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Campaña legislativa en Argentina entra en tierra derecha

Por: | Publicado: Viernes 30 de junio de 2017 a las 04:00 hrs.
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Los candidatos para las elecciones legislativas de mitad de período en Argentina se enfrentarán en primarias abiertas el 13 de agosto. En una peculiaridad del sistema electoral del país, las primarias no cumplen con su función de seleccionar candidatos para cada partido. Desde que fueron introducidas hace seis años, partidos políticos y coaliciones han continuado eligiendo aspirantes con negociaciones a puerta cerrada, presentando luego una sola opción para competir en las urnas. Esto significa que la consulta sirve como una especie de “súper encuesta” de las intenciones de voto, y son consideradas tan importantes como el evento principal. Con menos de dos meses, la campaña está en marcha.

Batalla clave

El 22 de octubre se renovará un tercio de los escaños del Senado y la mitad de los de la Cámara de Diputados. La mayor batalla electoral se dará en la provincia de Buenos Aires, que representa un 37% del electorado y otorga 35 de los 127 escaños disponibles en la cámara baja. La provincia además renovará sus tres asientos de los 72 del Senado. La localidad es considerada una fortaleza del partido Peronista, que controla varias municipalidades y –hasta 2015, cuando ganó la candidata de Cambiemos María Eugenia Vidal– había ocupado la oficina del gobernador por casi 30 años.

La buena noticia para el gobierno es que el peronismo está dividido. Fernández –por mucho tiempo miembro de la colectividad en la facción de izquierda Frente para la Victoria– y su exministro de Transporte, Florencio Randazzo, no llegaron a acuerdo; en vez de enfrentarse a Randazzo, Fernández creó un nuevo movimiento, Unidad Ciudadana, para postular en las legislativas. Randazzo encabezará la lista de la facción peronista Cumplir. Además, Sergio Massa, líder peronista que encabeza el movimiento moderado Frente Renovador, formó una alianza con Generación para un Encuentro Nacional, de centro izquierda, llamada 1País. Fernández retiene una fuerte base de apoyo y probablemente se llevará votos de otras facciones peronistas.

Cambiemos –la coalición gobernante, que incluye a Propuesta Republicana (Pro) de centroderecha y los centristas Unión Cívica Radical y Coalición Cívica– ha puesto a Graciela Ocaña a la cabeza de la lista para la cámara baja. La designación probablemente se cimentó tras la decisión de Fernández de participar: Ocaña, exministra de salud de Fernández y hoy legisladora en el gobierno local de Buenos Aires, es conocida por su lucha contra la corrupción y será buena candidata para enrostrar el registro de Fernández en ese tema. La lista senatorial de Cambiemos será liderada por el ministro de Educación, Esteban Bullrich, quien no es un candidato de alto perfil, pero tuvo un rol principal en el paro de profesores este año, y Gladys González, una política joven conocida por haber luchado contra la corrupción en los sindicatos de trabajadores marítimos.

Para responder a las críticas de que un voto por ella representa un retorno a un pasado indeseado, Fernández ha intentado refrescar su imagen y ha incorporado políticos relativamente desconocidos a la lista de Unidad Nacional. Sus seguidores cercanos (incluso de La Cámpora, el controvertido movimiento de jóvenes de izquierda peronista que promovió en su segundo gobierno) han sido casi completamente excluidos en los lugares clave de su mapa electoral. Fernández compartirá la papeleta con el candidato a senador por Buenos Aires Jorge Taiana, un exministro de Relaciones Exteriores que pertenece al Movimiento Evita. La lista de Fernández para la cámara baja será encabezada por Fernanda Vallejos, una economista joven y relativamente desconocida, cuyo rol se concentraría en el estado de la economía. Este es todavía el mayor talón de Aquiles de Cambiemos: aunque los datos del PIB muestran que la economía está claramente en modo de recuperación tras la recesión del año pasado, la confianza de los consumidores no se ha repuesto tan rápidamente del gran golpe al empleo y los sueldos reales.

La otra gran carrera

Reflejando la lenta mejora en la confianza de consumidores, y al considerar la importancia del peronismo en la provincia de Buenos Aires, las perspectivas de Cambiemos siguen siendo inciertas y parece poco probable que su desempeño de 2015 muestre un gran avance. Sus perspectivas en Buenos Aires parecen ser algo mejores. La capital (que funciona como un distrito separado de la provincia de Buenos Aires) es importante no solo por su participación en el electorado total (8%) y el número de escaños en la cámara baja en disputa en octubre (13, el segundo número más grande tras la provincia), sino también porque sus líderes políticos tienen mayor exposición en los medios, lo que magnifica su influencia.

La ciudad de Buenos Aires es, por así decirlo, una fortaleza del Pro oficialista (fundado por el presidente Mauricio Macri) y puede esperarse que el desempeño del partido sea bastante bueno en la carrera por la Cámara de Diputados (no tiene elecciones de senador este año). Las divisiones del peronismo nuevamente beneficiarán a Cambiemos, aunque la coalición gobernante enfrentará su propio desafío de la mano de Martín Lousteau, quien había sido designado embajador en EEUU por Macri, renunció a su cargo en abril y parecía dispuesto a representar a Cambiemos. Finalmente no estuvo en la lista y decidió participar por su propio movimiento, llamado Evolución.

Macri vs. Fernández

Macri y Fernández intentarán polarizar la elección a su beneficio, y aumentará el énfasis en la llamada “grieta”: las diferencias irreconciliables entre las políticas de derecha e izquierda. En las elecciones de mitad de período, en que la participación es usualmente menor y el voto más atomizado, parece poco probable que uno de los dos lados se beneficie de esta estrategia. Dicho eso, en la medida en que Macri logre enfocar la campaña en la corrupción del gobierno de Fernández y pintar la elección como una lucha entre las políticas populistas fracasadas del pasado y el actual proceso de ajustes para poner la economía en un camino de sustentabilidad de largo plazo, probablemente mantenga suficiente apoyo para continuar con su agenda.

Nuestra proyección se mantiene: mientras Cambiemos no parezca haber “perdido” la elección (que tenga un mal desempeño en Buenos Aires), asumimos que el gobierno podrá impulsar su agenda política sin una mayoría clara, pero con apoyo continuo de los peronistas moderados.

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